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El 64% de las mujeres presenta transtornos oculares durante la menopausia

La menopausia provoca diferentes cambios hormonales en el cuerpo de la mujer y altera a diferentes partes del organismo. Uno de los cambios menos hablados y conocidos son los trastornos oculares siendo que este afecta al 64% de las mujeres. 

La edad media de la menopausia se sitúa en torno a los 45 años. A partir de ese momento, los ovarios dejan de producir estrógeno y progesterona que son las hormonas que regulan la menstruación. Es aquí cuando aparecen los primeros síntomas entre ellos el síndrome del ojo seco además del otros más habituales como el cambio menstrual, sofocos, sequedad vaginal, cambios de humor, pérdida de cabello etc. 

Según un estudio realizado por los investigadores de Dexeus Mujer, la prevalencia de estas patologías es más elevada en mujeres que en hombres, aumenta con la edad y es más elevada en mujeres que tienen una menopausia precoz. El descenso hormonal que caracteriza a esta etapa es un factor directamente relacionado con su aparición y progresión, tal como indica Dexeus en un comunicado.

Este estudio, publicado en Menopause, está dirigido por el ginecólogo y responsable de la Unidad de Menopausia de Dexeus Mujer, Pascual García Alfaro, y se realizó entre octubre de 2018 y enero de 2019 sobre una muestra de 1,947 pacientes.

 

¿Qué es el síndrome del ojo seco y por qué se produce en la menopausia?

El síndrome del ojo consiste en una falta de lubricación que puede provocar irritación ocular, sensación de quemazón, incomodidad y visión borrosa.  

Existen dos tipos de ojo seco. El primero consiste en una deficiencia en la producción de la lágrima que es la que regula la hidratación del ojo y evita la sequedad. Cuando una persona tiene un déficit en la producción de lágrimas significa que no puede generar la suficiente lubricación para mantener el ojo hidratado provocando los síntomas ya mencionados de picor e irritación en el ojo. Aparece en personas con enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide y se puede llegar a agravar con la menopausia en mujeres. 

El otro tipo de ojo seco, no tiene que ver con la cantidad de lágrimas producidas si no por la calidad de estas y se denomina ojo seco evaporativo. Este tipo es el más común y aparece en mujeres con enfermedades del sistémicas como la rosácea, el uso de anticonceptivos que provocan un desequilibrio hormonal o la menopausia. 

Se ha descubierto que las hormonas son clave en el desarrollo y la aparición de esta patología y puede aumentacon la edad hasta puede llegarse a convertir en una enfermedad crónica. La alteración en los niveles de estrógenos y andrógenos, las hormonas sexuales, que a nivel ocular provoca trastornos en la producción lagrimal. 

Síntomas del ojo seco 

  • Irritación ocular 
  • Picor 
  • Visión borrosa 
  • Incremento del lagrimeo por la mala lubricación y la sequedad ocular 
  • Sensación de arena en el ojo 
  • Cansancio ocular 
  • Sensibilidad a la luz 

El ojo seco puede dificultar tareas cotidianas como conducir, leer o el trabajo con el ordenador. Es por ello que necesita un tratamiento diario para aliviar los síntomas. 

¿Cuál es el tratamiento para el ojo seco? 

El tratamiento más habitual para la patología del ojo seco sea cual sea, y sus síntomas más comunes es mediante el uso de medicamentos lubricantes como las lágrimas artificiales. Este tratamiento aporta lágrimas que de forma natural el ojo no puede producir y que ayudan a restaurar a su vez el tejido del ojo.  

Este tratamiento esta formulado con ácido hialurónico y su concentración variará según la gravedad y la tolerancia del paciente. 

Otras recomendaciones para tratar el ojo seco en las actividades diarias son: 

  • Protegerse los ojos con gafas de sol en actividades al aire libre cuando especialmente haga viento y sol. 
  • Cuidar el uso de las pantallasmantener la distancia recomendada y parpadear frecuentemente para estimular la lubricación de la lágrima y evitar que se seque. 
  • Protegerse los ojos cuando se usen productos químicos de limpieza como la lejía o el amoniaco, para evitar irritaciones.
  • Dormir las horas recomendadas para aumentar la regeneración en la superficie ocular en las horas de sueño. 
  • Mantener una higiene ocular adecuada con limpieza diaria, masajes y calor si es necesario.  

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