Las mamas pueden presentar muchos cambios durante la vida de la mujer. Se trata de cambios fisiológicos normales debidos a la edad, cambios hormonales, embarazo, lactancia…
Conocer la anatomía de nuestro pecho nos puede ayudar a detectar cualquier anomalía y, de esta forma, buscar un diagnóstico profesional de forma precoz, clave para el éxito de los tratamientos.
La llamada palpación mamaria o autoexploración de mamas puede ser una herramienta útil para las mujeres ya que, si se realiza de forma periódica, puede ayudar a detectar cualquier cambio que se haya podido producir en ellas.
En cualquier caso, aunque útil, debe complementarse con la realización periódica de otras pruebas diagnósticas, como es el caso de la mamografía o ecografía mamaria, ya que se trata de pruebas más precisas y que pueden revelar cambios en las mamas en un estadio más temprano.
Autoexploración de mamas
Los seres humanos disponemos de una “memoria táctil”, de tal forma que, cuando estamos acostumbrados a tocar el mismo objeto o, en este caso, zonas concretas de nuestra anatomía somos capaces de reconocer cuando se produce algún cambio en ellas. Pero para desarrollar esta memoria es necesario que realicemos una palpación periódica de la misma.
De esta forma, la palpación de las mamas periódica puede ayudar a la mujer a detectar cualquier cambio, y, específicamente los cambios de apariencia o la aparición de bultos o cualquier otra anomalía como zonas de enrojecimiento o hundimiento, líquido en los pezones etc.
Hay que aclarar que no todos los cambios o bultos que aparecen tienen que ser preocupantes o malignos, ya que pueden tratarse de simples quistes o miomas, pero, en cualquiera de los casos, será un médico especialista quién deba evaluarlos y realizar las pruebas diagnósticas necesarias para tener un diagnóstico claro.
Para que la autoexploración mamaria se haga bien debemos tener en cuenta que:
- Debemos hacerla de forma periódica. Lo ideal es hacerlo una vez al mes. En el caso de mujeres en edad fértil, aproximadamente una semana después de haber terminado la menstruación, ya que previa a esta o durante la misma, muchas mujeres experimentan hinchazón en los senos, lo que podría dificultar nuestra percepción durante la autoexploración. En el caso de mujeres con menopausia, lo mejor es elegir un día fijo mensual para hacerla.
- Debemos llevar a cabo la autoexploración con calma, tomándonos nuestro tiempo y sobre todo siguiendo un orden preciso. De esta forma nos aseguraremos de que la exploramos al completo.
Los 5 pasos de la autoexploración mamaria
Aprender a cómo realizar la autoexploración mamaria nos será muy útil. Para ello, los especialistas han establecido una serie de pasos y posiciones que nos ayudarán a revisar las mamas y detectar cualquier posible cambio en estas.
Es importante no saltarse ninguno y hacer la palpación mamaria siempre en el mismo orden. De esta forma, nos será mucho más fácil notar si encontramos algo distinto.
Algunas mujeres prefieren llevar a cabo la exploración en la ducha, cuando tienen la piel más húmeda y por tanto las yemas de los dedos se deslizan con más facilidad.
PASO 1 Observación de los pechos
- Colócate delante de un espejo y eleva tus brazos por encima de la cabeza. Observa con detenimiento ambas mamas en busca de cualquier alteración que te llame la atención, como la formación de hoyuelos (depresiones en la piel), zonas enrojecidas o con algún tipo de alteración en la piel como sarpullidos.
- Observa también tus pezones para detectar cualquier posible cambio, por ejemplo, en la coloración o si estos se muestran ligeramente hundidos.
PASO 2 Exploración del pecho de pie
- Baja uno de tus brazos mientras mantienes el otro por encima de la cabeza.
- Explora con las yemas de los dedos de tu mano el pecho contrario. Con movimientos suaves y circulares, recorre toda la superficie del pecho con el fin de detectar cualquier masa, bulto, o punto doloroso.
- Una vez que acabes, haz lo mismo con tu otro pecho, elevando el brazo correspondiente y palpando con la mano contraria.
PASO 3 Examina tus axilas
La zona del pecho cercana a la axila es una zona especialmente sensible en la que suelen encontrarse un mayor porcentaje de bultos, por lo que es importante que no te saltes este paso y te tomes tu tiempo para examinarla.
- Con la mano correspondiente al lado del pecho que vas a examinar elevada por encima de tu cabeza, explora con las yemas de la otra mano tu axila en busca de bultos o masas que pudieran llamar tu atención.
- Haz lo mismo con tu otro pecho.
PASO 4 Examina tus pezones
La secreción de cualquier tipo de líquido a través de tu pezón (sangre, liquido amarillento o transparente etc.) , puede ser indicativo de la existencia de un problema. Por eso, debes pellizcar con cuidado el mismo para comprobar que todo esté en orden.
PASO 5 Observación del pecho acostado
Para que la exploración sea completa debes examinar tus mamas también en la posición acostada.
- Para una correcta colocación deberás colocar el brazo correspondiente al lado de la mama que vas a examinar debajo de tu cabeza, con una almohada colocada bajo tu hombro.
- Debes explorar tus mamas y axilas de la misma forma que lo has hecho de pie: con la yema de los dedos y en movimientos suaves y circulares.
¿Cuándo debo acudir al médico?
Si durante tu exploración encuentras cualquier anomalía es importante que conciertes una cita con tu médico, para que evalúe el caso y, si así lo requiere, solicite pruebas de diagnóstico como ecografía, mamografías etc.
Los cambios más habituales que pueden notarse al hacer una palpación mamaria son:
- Cambios de color o de textura (similar a la piel de naranja) en el pecho o alguna de sus zonas.
- Aparición de bultos o depresiones en el pecho.
- Excreción de líquidos del pezón.
- Dolor al palpar la mama en algún punto concreto.
Queremos señalar el hecho de que, en la mayoría de los casos, las alteraciones de mamas pueden deberse a causas benignas, pero nunca debemos dejar de hacer las pruebas de cribado y la realización de todas aquellas pruebas periódicas que nos recomiende nuestro/a ginecólogo/a.
Finalmente, debemos recalcar que, aunque la palpación mamaria es muy útil, esta nunca puede sustituir otros medios de detección precoz o diagnóstico y que, por ello, debemos seguir las indicaciones de nuestro ginecólogo/a en cuanto a periodicidad de las pruebas etc.
En Clínica Aísa, no solo podrás realizarte todas las pruebas necesarias, como es el caso de la mamografía y la ecografía, si no que contarás con un ginecólogo experto para la evaluación de todas ellas y para ofrecerte un diagnóstico preciso.
No dudes en consultarnos y concertar, si así lo deseas, una cita a través de nuestro teléfono: 976 238 949