La fertilidad es cosa de dos
Cuando se presentan problemas para que se produzca el embarazo, debemos tener en cuenta que puede existir un problema de fertilidad por parte del hombre, la mujer, o incluso de ambos.
Por eso, antes de plantear cualquier tratamiento de reproducción asistida, como la fecundación in Vitro o la inseminación artificial, es necesario que se lleven a cabo diversas pruebas médicas cuyo objetivo será intentar encontrar la causa/s de ese embarazo que nunca llega.
La edad es sin duda uno de los factores más determinantes para la fertilidad.
No debemos olvidar que tanto hombres como mujeres tienen un “reloj biológico” que es el que determina el porcentaje de éxito para lograr el embarazo.
Que cada vez se retrasa más el momento de la maternidad/paternidad es un hecho y las parejas han de ser conscientes de que su edad influirá, en este caso en su contra.
Debido a esto cada vez hay más parejas que experimentan problemas para lograr un embarazo natural, y recurren a clínicas de reproducción asistida, como Clínica Aísa de Zaragoza.
Aún siendo el factor edad el más importante, también debemos ser conscientes de que nuestros hábitos de vida pueden ser también determinantes por lo que os recomendamos tener en cuenta que:
El sobrepeso en los hombres puede influir en un menor recuento de espermatozoides. En el caso de la mujeres, un sobrepeso elevado puede producir desequilibrios hormonales e incluso falta de ovulación.
Combatir el sobrepeso en la mayoría de casos será sencillo, mediante la adopción de una alimentación saludable y la realización de ejercicio moderado de forma regular.
Existen alimentos que, por su composición, ayudarán a mejorar la calidad del semen en el caso de los hombres y prevenir problemas de ovulación entre otros en las mujeres.
Alimentos que contribuyen a mejorar o mantener la fertilidad: todos aquellos alimentos ricos en vitaminas C, E como los frutos secos, semillas, cereales… También las verduras de hoja verde y frutas como los cítricos, tomates, kiwi…
La ingesta de minerales también es importante. El zinc juega un importante papel en este caso ya que aumenta el volumen del semen y el nivel de testosterona en el caso de los hombres y favorece la producción de unos óvulos saludables en el caso de las mujeres.
El zinc se encuentra sobre todo en los cereales, carne, pescados y lácteos.
Por supuesto, deberemos evitar el consumo de sustancias tóxicas que inciden negativamente sobre nuestra salud reproductiva, como es el caso del alcohol, el tabaco y otro tipo de sustancias.
Para el hombre es importante además tener en cuenta una serie de consejos, con el fin de evitar daños en el semen y espermatozoides:
- Se desaconsejan deportes en los que se puedan dañar los testículos, como puede ser el ciclismo, en el que se les somete a una presión elevada.
- También debe evitarse exponerlos a altas temperaturas durante un tiempo prolongado.
Las buenas noticias es que muchos son los avances científicos en torno a la fertilidad de mujeres y hombres y técnicas de reproducción asistida que se vienen realizando desde años.
Esto significa que cada vez más parejas pueden verse beneficiadas de estas técnicas y acceder a unos mayores porcentajes de probabilidades de éxito
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