Con la reciente aparición en los medios del caso de Sara Carbonero, diagnosticada y tratada por un cáncer de ovario, se ha hecho aún más palpable la necesidad de un diagnóstico precoz para que las probabilidades de curación aumenten de forma considerable.
En este caso, por fortuna, una revisión ginecológica rutinaria ha permitido que el cáncer de ovario se detectase en una fase temprana y se pudiera actuar con rapidez.
En el caso de Sara Carbonero el tratamiento ha consistido en una operación en la que se ha procedido a la extirpación del tumor. A partir de aquí quedarán unos meses de recuperación y tratamiento tras los cuáles esperamos que todo quede solucionado, ya que el pronóstico es muy favorable.
¿Qué es el cáncer de ovario?
El cáncer de ovario es el sexto cáncer más frecuente en las mujeres. Su origen se sitúa en uno de los ovarios, aunque, según el grado de avance de este, puede extenderse a más zonas.
El cáncer de ovario tiene más incidencia en mujeres cercanas a la menopausia o bien tras esta, aunque puede aparecer a cualquier edad.
¿Cuáles son las causas del cáncer de ovario?
Aunque se desconocen las causas exactas del cáncer de ovario, sí que se conocen una serie de factores de riesgo, los cuáles pueden aumentar en menor o mayor medida el riesgo de padecerlo.
Los factores de riesgo del cáncer de ovario pueden ser:
Mutaciones genéticas
Algunas mutaciones genéticas como en los genes BRCA1 y BRCA2, así como otros genes relacionados con el cáncer familiar pueden aumentar sensiblemente el riesgo de padecerlo.
Hábitos de vida
La obesidad o hábitos de vida no saludables como el tabaquismo, pueden aumentar las probabilidades de sufrir cáncer de ovario.
Antecedentes familiares
Cuando existen casos de cáncer de ovario en familiares cercanos, se sabe que aumentan ligeramente las posibilidades de padecerlo.
Así mismo, se sabe que el embarazo y la lactancia reducen el riesgo de sufrir cáncer de ovario. También se sabe que el uso de anticonceptivos orales puede reducir dicho riesgo.
Síntomas del cáncer de ovario
Desafortunadamente, los síntomas aparecen cuando está en fase avanzada, por lo que una vez más, cobra una gran importancia la necesidad de realizar revisiones periódicas rutinarias, en las que se puede detectar este de forma temprana.
Este tipo de cáncer puede extenderse a la zona abdominal, por lo que algunos de sus síntomas estarán relacionados con el sistema digestivo, tales como:
- Sensación de plenitud abdominal y falta de apetito.
- Hinchazón y molestias abdominales persistentes.
- Cambios en los hábitos intestinales que pueden producir diarrea o estreñimiento.
Ante alguno de estos síntomas persistentes o algún otro no habitual, es necesario acudir a nuestro médico de confianza para hacer una revisión de nuestro estado de salud. La detección precoz puede ser determinante.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de ovario?
El médico especialista elaborará un historial clínico en el que se incluyan sus antecedentes, factores de riesgo, historial familiar así como una primera exploración.
Si existe la sospecha de la existencia de un cáncer de ovario se llevarán a cabo una serie de pruebas de diagnóstico por imagen como la ecografía o la tomografía computerizada que se completarían con una biopsia, que extraerá una pequeña muestra del crecimiento tumoral para determinar si este es benigno o maligno.
Pueden hacerse asimismo una serie de pruebas complementarias para averiguar el alcance de este y si se ha extendido a más zonas.
¿Se puede prevenir el cáncer de ovario?
Aún se desconocen las causas por las que una mujer puede desarrollar este tipo de cáncer. Hasta el momento, solo es posible conocer algunos factores de riesgo y, dentro de estos, hay algunos sobre los que no podemos actuar, como el caso del envejecimiento, la menopausia y el hecho de que existan antecedentes familiares.
En otros, sí que podemos intervenir: mantener hábitos de vida saludables, evitar el sobrepeso y evitar la toma de terapia hormonal sustitutiva, la cuál se ha demostrado que puede aumentar el riesgo de padecer este tipo de cáncer.
En cuanto a la toma de anticonceptivos, si bien se sabe que su consumo durante 5 años o más puede reducir en hasta un 50% las probabilidades de padecer este tipo de cáncer, debemos tener en cuenta que a su vez tiene efectos secundarios que pueden ser graves, por lo que tomarlos como medida preventiva no es la solución en la mayoría de los casos.
Como especialistas en la salud reproductiva y ginecología, desde Clínica Aísa recalcamos la importancia de la prevención para la detección de este y otros problemas relacionados con la salud. Las revisiones periódicas, o las visitas cuando detectamos que algo no funciona correctamente, son claves para evaluar nuestro estado de salud, detectar posibles problemas y establecer una pauta de tratamiento.
En el caso del cáncer de ovario, y el cáncer en general, la detección precoz puede ser totalmente determinante para que la evolución sea favorable.
Pero, la prevención va más allá de la detección precoz. Un historial médico actualizado nos permite conocer la situación de cada paciente, así como sus antecedentes y, teniendo en cuenta estos, establecer una serie de recomendaciones y pautas que nos ayuden a prevenir determinadas dolencias. Junto con nuestros pacientes, estableceremos el mejor tratamiento.
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